fermezz rambles

Interferencia

El mareo fue el primer síntoma. Una especie de quemadura que me agarró el cerebro y me cambió de baldoza. Visión borrosa y boca seca, rumiante y apretada. El párpado, titilante como en convulsión.

Desorbitado, traté de descubrir de qué se trataba. Insolación, ceguera y hasta tumor cerebral o un ataque al corazón. Pasó de todo por mi cabeza, menos lo real.

Y, de repente, la verdad se asomó en forma de mensaje. Un mensaje que, al leerlo, deshizo todo e invadió con paz. Un mensaje mágico, pero no por su contenido. Un mensaje, tuyo.